CONSEJOS PARA UN INICIADO EN LOS ENTRENAMIENTOS
Para algunos no es fácil comenzar un entrenamiento y suelen aparecer dudas. ¿Esto será así? ¿Habré hecho bien? ¿Tenía que haber metido plato?, etc, etc.
Con lo que tienes que luchar es contra la pereza y una vez que cojas la rutina, a veces lo más difícil, todo será mucho más fácil y las endorfinas harán que crezca la motivación. Luego irá todo rodado, nunca mejor dicho.
Voy a intentar aclarar alguna de las dudas más habituales que pueden surgir a la hora de comenzar un entrenamiento:
1 – Progresión, de menos a más
¿Salir sólo dos horas? Es difícil un primer domingo y volverte a casa a las dos horas de haber salido. Te queda la sensación de que no has hecho nada. Sin embargo, es lo más acertado. Si comienzas con muchas horas desde el inicio, con el paso de las semanas será complicado llevar una progresión y puedes estancar tu evolución. Aún llegas a casa con tiempo de dar un paseo con la familia.
2 – Cuidado con la dieta, no hagas locuras si quieres perder peso.
Ensaladita, verdura y plancha: Cuidado con la dieta. El que más o el que menos, siempre quiere quitar algo de peso. Debes realizar cinco comidas y no eliminar los hidratos de tu dieta. Más bien, debes seleccionarlos. Escoge aquellos con un índice glucémico bajo que serán los que asimilarás lentamente y no pasarán a formar grasa. Debes cuidar con el aceite que añades a la ensalada.
3 – Reserva tus balas
“La venganza es un plato que se sirve frío”. Este título corresponde a un spaghetti Western que nos viene al pelo. No gastes balas al principio. Cada semana irás acumulando cargadores mientras los que hacen exhibiciones van gastando balas que luego van a necesitar.
4 – No te pases los fines de semana
¡Sí que pasa, si te pasas!: Si lo que quieres es pasártelo bien con la salida de club, puedes hacer lo que quieras. Pero si lo que quieres es mejorar y progresar, “sí que pasa, si te pasas”. Aunque creas que no sucede nada por pasarte de vueltas un día a la semana, estás muy equivocado. Estás interfiriendo en tu organismo negativamente. Al estar en proceso de adaptación cardiovascular destruirás parte de las adaptaciones conseguidas durante los días anteriores y en los sucesivos deberás recuperar lo perdido, ya que entras en fenómeno de supercompensación. Por lo tanto, no tengas ningún problema en soltarte de la grupeta si se ponen “tozudos”. Efectivamente los estudios demuestran que la intensidad provoca adaptaciones, precisamente hay que hacerles caso y hay que aplicar intensidad en su momento.
5 – Si no puedes salir combina otras especialidades
Aceptamos pulpo como animal de compañía: Aquí todo vale, menos quedarse quieto. ¿Y los rodillos? ¿Y el spinning? ¿Y nadar? ¿Y correr? Cualquier trabajo aeróbico desarrollará tus capacidades. Unos vienen mejor que otros, debido al gesto deportivo, que en nuestro caso es dar pedales. Pero puedes buscar combinaciones interesantes y adaptarlas a tus horarios. Una clase de spinning o cyclo indoor es totalmente válida siempre que te mantengas en los márgenes cardiacos que tengas programados.
6 – Muchas veces menos es más
Agarrarse a un clavo ardiendo: No caigas en el desánimo porque no dispones de muchos días para salir a la carretera. Cada uno juega sus bazas y aunque sólo tengas tres días a la semana para entrenar, puedes sacarles mucho jugo. Todo es proponérselo y no querer hacer lo de una semana en esos días. Aprovecha para rodar aeróbicamente y cuando hayas hecho una base, puedes hacer lo siguiente: Un día fondo, otro calidad con fuerza resistencia e intensidad aeróbica y otro trabajar puertos al umbral. Como el resto de día descansarás asimilarás el entrenamiento muy bien.
7 – La cadencia es tu mejor compañera
Ande o no ande, plato grande: Debes ir con agilidad. Esto no significa ir dando botes encima del sillín, con tal de no meter plato. Tampoco es imprescindible que te compres un sensor de cadencia. Con que vayas a una media de noventa pedaladas en llano es suficiente. Ese mito de hacer al principio muchos kilómetros con plato pequeño, no es cierto. Sino ya contarás cuando te pegue el aire en el culo o bajes un repecho.
8 – Haz pesas para mejorar
¡Yo soy ciclista!: Frase típica que se le dice al monitor del gimnasio donde te has apuntado. Suponemos que se habrá dado cuenta si la indumentaria que llevas es la ropa del club. En breves momentos le cuentas toda tu vida deportiva del año y tiempos que has hecho en cada marcha que has participado. Sobre todo insístele en que te enseñe la técnica de ejecución de los ejercicios. Son muchas las contracturas y sobrecargas en la espalda, principalmente, por malos gestos con los aparatos. No te importe machacarte ya que en su momento lo agradecerás.
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